domingo, noviembre 18, 2007

de aquí en adelante

Hoy es el día en que empieza todo otra vez... hoy es el día en que el pasado es sólo hace unas horas... hace una semana, hace un día, hace un año, ya no cuenta... hoy soy yo y la vida por delante...

martes, noviembre 06, 2007

Escrito un día del 2007 (ii)


El que se va se lleva su memoria,
su modo de ser río, de ser aire,
de ser adiós y nunca.
Rosario Castellanos


Los lugares se quedan con los recuerdos, no las personas ni los papeles ni las promesas.

Los lugares se quedan con los recuerdos, los guardan como ecos y al pasar a su lado susurran aquello que, tal vez sin querer, habíamos olvidado.

Las bancas se impregnan de aromas, las calles atrapan la respiración. Los rincones de la habitación están repletos de gemidos y en las sombras del pavimento se van formando las miradas.

Las canciones repiten los nombre, las horas, cada una de las palabras, marcando una y otra vez el curso de la herida.

Somos nosotros --no los lugares ni las cosas-- los que olvidamos, y al mirar por casualidad una banca y recorrer sin querer una calle, una humareda de recuerdos se cuela por los sentidos.
Es entonces cuando entendemos que no hemos olvidado, que la piel se eriza todavía al recordar ese cuerpo desnudo, el olor de cierta mañana, el frío de las calles, el calor de una cama.

Los lugares guardan incluso las cosas no dichas, los podría, los quizá, los todavía.

Somos nosotros los que olvidamos, porque ya es primavera y el sol quema la piel, porque el invierno acabó aquella fría mañana.

domingo, noviembre 04, 2007

Escrito un día del 2007 (i)

Hay nombres que más vale no volver a pronunciar. Hay rostros, miradas que es mejor olvidar, por más bellas e inolvidables que sean. Hay noches de frío que es preferible no repetir. Hay palabras de amor que están mejor en el olvido. Hay caricias, besos que viven mejor, a salvo, enterrados bajo la piel. Hay deseos que es mejor ahogarlos bajo las uñas, hundirlos hasta atravesar la piel, mezclarlos con la sangre y ahí, corriendo entre las venas, estarán realmente a salvo.

Hace frío, pero es mejor cubrirlo con sábanas. Hay miradas que deben dirigirse hacia otro lado: a los ojos que miran y en su mirada aman. Hay huecos que vale más no volver a ocupar. Hay caricias que queman la piel. Hay vuelos, hay incendios que no vamos a repetir por nuestra incapacidad de controlarlos.