martes, noviembre 17, 2009

Nada está perdido

“Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo esta perdido y que hay que empezar de nuevo”.
Julio Cortazar

Caminata nocturna

Caminar, pensar, reprochar, pensar en viejas historias, revivir recuerdos, hurgar en cenizas, pensar, caminar, tener frío, meter las manos al abrigo, caminar, pensar, pensar en historias, en ruido de trenes, en despedidas, pensar en la soledad del otoño, pensar, caminar, contemplar la ciudad con ojos nuevos, pensar, caminar, tener frío, recorrer la ciudad, no ver nada, ver, pensar, caminar, sentir frío, pensar historias, despedidas, silencios, pensar en la esperanza del futuro o del pasado, pensar en el pasado, pensar que soy incapaz de construir historias nuevas, pensar en mis huidas, pensar en las llamadas que ya no contesté, pensar en la huida, en el miedo al cariño nuevo, pensar, caminar, tener frío, las manos en las bolsas, contemplar la ciudad como si fuera otra, cambios, nombres, cenizas, pasado, heridas que duelen todavía, todavía, orgullo echo pedazos, caminar, pensar, aferrarse a una historia, aunque ya no exista, aunque sólo sea pasado, caminar, pensar, levantar la mirada, ver la calle con ojos nuevos porque la plaza está sola, no conocer a nadie, la soledad, el frío, aferrarse a una vieja historia, pensar, caminar, sentir miedo, miedo al dolor aunque aparezca de todas formas, arrastrar por la calle las penas, una tras otra, pensar, caminar, tener miedo, salir corriendo, tener el corazón frío, pensar, caminar, llegar a casa, pensar, tener frío, dormir, dormir, tener frío...

lunes, noviembre 16, 2009

escribirescribirescribierquierovolveraescribirescribirescribir

viernes, noviembre 13, 2009

desierto

No hay palabras...
No hay ideas...
No hay ganas...
No hay amor...

viernes, noviembre 06, 2009

pregunta

"dime qué diablos hago,
por qué te necesito"

Juan Gelman

domingo, noviembre 01, 2009

Desvaríos

Hace varios días regresó el olor a la Xalapa, se ha vuelto a aparecer en mis sueños, como si me llamara, y me veo nuevamente caminando bajo la lluvia por sus interminables calles en forma de culebra. Esa ciudad siempre ha sido para mí un símbolo de tranquilidad y como que la ando necesitando en estos días.

viernes, octubre 23, 2009

Equipo Estación Cultural

miércoles, octubre 21, 2009

'Con esta sed quemándome'

ORACIÓN

Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una como mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.

Con esta sed quemándome.

La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

Juan Gelman

lunes, octubre 19, 2009

...

Otra vez esa sensación…


Llevaba días caminando con la mirada fija en ningún lado. Ya no sentía los pies amoratados ni la sangre que escurría de su herida. Caminó tanto que atravesó la frontera de la realidad, de la vida y de la muerte... y siguió caminando. Caminó, caminó tanto que ya no pudo regresar.

***


Si tú (sí, tú) estuvieras aquí...

sábado, octubre 10, 2009

suburbios

Debí arrastrarte a los suburbios de mi vida, debí enseñarte mis más recónditos laberintos. Debí mostrarte hasta dónde llegan mis excesos, mi locura, mis extremos. Debí enseñarte cómo lloro por las noches, a oscuras, sola. Debí mostrarte mi vida, mis secretos, los rasguños en mis brazos, las huellas que dejaron los hombres de mi pasado. Debí contarte la verdad para que no te quedaras, para que desde el principio te fueras...

(un 'algo' inconcluso para olvidarme un rato la Feria del Libro)

viernes, septiembre 04, 2009

Otra vez septiembre y sus aguaceros...

jueves, agosto 20, 2009

Palabras para Chris (o mensaje para acortar la distancia) I

Apareciste una noche de primavera y me sacaste con tu brazo firme del remolino en el que estaba inmersa. Después bastaron tus ojos para encontrar la paz tantas veces negada, bastaron tus manos para curarme las heridas, bastaron tus besos para borrar de mi piel el pasado. Y desde entonces sólo fuimos tú y yo, sin palabras para nombrarnos, tú mío y yo tuya viviendo una historia a orillas del mundo, escondidos bajos los pliegues de tus sábanas. Así, yo tan errante, tú tan paso firme, inventamos nuestro propio plan de vuelo. Te convertiste en mi pista de aterrizaje, en manto marino para descansar. Amándonos te dije todas las palabras prohibidas, mirándote te conté todos mis secretos. En mi piel descubriste mis marcas de viaje y las curaste a fuerza de caricias. Los límites se convirtieron en territorios explorados, te convertiste en mi pareja de baile, en compañero de batallas, en médico de cabecera, en mi desayuno favorito, en hombro para llorar, en bastón para el cansancio, en lámpara para alumbrar. Y aunque a veces tu mente se iba a recorrer otros horizontes, a volar lejos de mi presencia, disfrutaba traerte de regreso provocando con mis labios tus caricias. Te convertiste tan pronto en luna y sol, te apoderaste de cada rincón de mis pensamientos, te metiste en cada rastro de mis letras, tanto que ahora no puedo más que hablar de ti, escribirte a ti…

jueves, agosto 13, 2009

Esta soy yo (primera parte)

-Estoy presa entre los recuerdos.
-Hay una historia que no me puedo sacar del corazón.
-Me gusta mirarme en los ojos de la gente que me quiere.
-No me gusta que la gente me vea llorar (ni mis amigos).
-Me gusta salir sola de viaje y divertirme, pero también me da miedo.
-Me gusta hablar y hablar con mis amigos hasta que nos corren del bar.
-Me gusta no saber hasta dónde soy capaz de llegar.
-Me gusta encontrarme “tus viejas cartas”, pero no me gusta sentir que jamás volveré a vivir algo así.
-Me gusta hacerme a la idea de que aquel “amor de primavera” todavía existe, aunque en el fondo sepa que no.
-Me duele darme cuenta que no es tan fácil olvidar ciertas ofensas del pasado.
-La persona que me da más paz en el mundo es mi abuela.
-Me gusta caminar y hablar de cosas “no serias”.
-Me gusta decir “estoy triste” sin sentir que estoy traicionando algo.
-Me gustan mis ganas de querer mandar todo el carajo y luego arrepentirme.
-No me gusta aceptar que a veces me siento un poco sola.
-Me taladran el corazón, entre otras cosas, la palabra “no”, un perro vagabundo, una familia paseando por la Alameda, el silencio y las pesadillas.

viernes, julio 10, 2009

Trenes

viernes, junio 26, 2009

Y si...

Para C, otra vez.


Y si empezamos desde el principio, nos vestimos de extraños y nos encontramos en esa misma Terraza.
Y si hacemos como si fuera posible, desaparecemos las distancias y lanzamos desde un precipicio los miedos, los reproches, los prejuicios.
Y si nos entregamos de nuevo por primera vez, repetimos la noche de las velas y el fin de semana interminable en la cabaña.
Y si me amas otra vez, nos olvidamos del tiempo y le borramos el nombre a los días.
Y si lo dices otra vez, repitamos las palabras que nos dijimos bañados en lágrimas.
Y si creemos esta vez, confiemos en que el amor puede ser más que una promesa.
Y si te quedas esta vez, volvamos a perdernos en un amor que los dos creímos posible.
Y si te quedas, mucha, y si te quedas esta vez…


miércoles, junio 24, 2009

Demasiado tarde

--A veces me pregunto qué es lo que estamos esperando desde hace tanto tiempo.
Silencio.
--Que sea demasiado tarde, madame.


("Océano Mar", Alessandro Baricco)

martes, junio 23, 2009

Cosas que no sucedieron

Lo único que recuerdo de ti son aquellas cosas que jamás sucedieron: las historias de amor que no inventamos, las palabras que nunca dijimos, los problemas que no contamos porque todos los encuentros siempre eran “la última vez”.
Recuerdo a la perfección las veces que no te llamé llorando (borracha) para gritarte adolorida una canción o las veces que no hablamos en público y que evitamos el encuentro de nuestras miradas.
Cómo olvidar las veces que no soñé contigo, que tus ojos no me persiguieron. Las noches en las que no imaginé la vida contigo. La canción que no te canté. Las discusiones por celos que nunca existieron. Las llamadas que no duraron más de quince minutos. Los mensajes que nunca fueron de amor.
Recuerdo los nombres que no pronunciamos y la llama de celos que no resistía las caricias. Toda nuestra historia fue una sucesión de cosas que nunca pasaron.
Fuimos dos extraños en un encuentro pasajero que se extendió por años.

domingo, junio 21, 2009

Y en la estación...

ruido de trenes
voces de personas que ya no existen

jueves, junio 04, 2009

hoy soy...

una copia no autorizada de Luisa Lane sin Superman

martes, mayo 12, 2009

Yo inicié el incendio

viernes, abril 17, 2009

Noche de jueves

Imitando a Girondo
Escucharte, mirarte, descubrirte.
Sonreírte, hablarte, coquetearte.
Mostrarte, compartirte, acompañarte.
Estudiarte, buscarte, provocarte.
Explorarte, tentarte, convencerte.
Evadirte, tocarte, contagiarte.
Alumbrarte, encenderte, calcinarte.
Derretirte, absorberte, desgarrarte.
Apretarte, consumirte, enloquecerte.
Oponerte, callarte, despedirte.
Rehuirte, perderte y olvidarte.

lunes, marzo 30, 2009

Cosas que quiero (2)


Quiero ir a Xalapa, caminar por sus calles hasta cansarme, subir de un solo golpe hasta el último escalón. Por la noche pasear en moto (recorrer la ciudad, el aire en la cara). Levantarme temprano para instalarme en ese cafecito del Callejón del diamante (mirar los ojos de la gente) o en el último piso de la librería (ver la ciudad sumergida). Ir una y otra vez a enfrentarme a la gran cabeza Olmeca y descubrirme en una de sus partículas. Recoger hojas húmedas de la calle y dejarlas presas en las páginas de un libro. No hablar con nadie, pero tener con quien hablar. Respirar, sentir y oler sus noches, sentarme en una banca a esperar que se oculte el sol. Escuchar música en silencio y escribir, que las palabras fluyan como la lluvia (lento, constante).

Cosas que quiero (1)

"Por qué, tanto perderse
tanto buscarse, sin encontrarse"
Quiero llegar a casa y encontrar un silencio absoluto. Escuchar el sonido de mi pez que mueve sus piedras. Quiero un sillón para las visitas y mi propio refrigerador. Quiero quedarme dormida y que su aliento (el de él) me despierte. Quiero ir al super pensando qué sí y qué no comprar (por su dieta y sus manías). Quiero iniciar el día con el olor a jabón de su piel. Despedirme de él en la puerta del trabajo y verlo como se aleja en su burbuja azul. Quiero ir al cine tres veces por semana, que nuestros gustos sean extremos y divertirnos de todas formas.  Quiero añorar el fin de semana para desaparecer en una pequeña casa al norte de la ciudad. Quiero ver películas y quedarnos dormidos. Quiero empezar a ver una película y terminar haciendo el amor. Quiero despertar y reconocer su cama y quiero voltear a mi lado derecho y reconocerlo a él y sonreír porque nunca me sentí tan feliz, tan plena. Quiero tener una mascota, cuidarlo entre los dos. Quiero que la noche de las velas se repita una y otra vez hasta el infinito. Quiero cuidar su piel rojita después de un día de sol. Quiero mirarlo de frente y hablarle de mis libros, mis manías, mis sueños de escritora y que diga siempre que soy la mejor. Quiero que me mire siempre, a la hora de la comida, en la oscuridad del cine, al hacer el amor, detrás de una cascada, en el mar que nunca vimos juntos, en medio de una pirámide, en el desierto, en la soledad de un pueblo cercano, en la oscuridad, en su carro, en su trabajo, en el mío, con mis amigos, con los suyos, en Saltillo, en Villahermosa, en Chiapas, en General Cepeda, en Monterrey, en Paredón... Quiero escucharlo decir que me quiere una y otra vez. Quiero que me encuentre en medio de uno de mis eventos o que me espere mientras yo termino una entrevista. Quiero que conozca mi casa nueva. Quiero ver llegar su coche azul, quiero que se siente a tomar café junto a mí en la terraza. Quiero que mi espacio sea el mismo que él habita. Quiero que no existan distancias ni dudas. Quiero que desaparezcan los miedos. Quiero que mí/su/nuestra historia sea otra vez.

lunes, marzo 23, 2009

365 días atrás...

"¿Por qué decidiste permanecer pobre dejándome a mi tan rico?"
Para C, a un año 

Hace un año tu sonrisa me encontró en el segundo piso de un restaurante. Yo no tomé café, tú no cenaste. La charla fue como de dos personas que se reconocían: "A mí me gusta esto...", "Yo prefiero aquello..."

Vi tu sonrisa oculta detrás de los dedos de tu mano derecha (acción una y mil veces repetida después) y entonces supe que no había vuelta de hoja.

Y la historia empezó a escribirse. Me dejaste habitar cada centímetro de tu vida. Te mostré mi mundo. Me invitaste al tuyo. Y nos enamoramos de esa mezcla (utópica, irrepetible) que formaba esa extraña combinación.

Recorrimos calles y paisajes juntos, visitamos lugares sin movernos de tu cama. Nos miramos y nos besamos como si realmente no hubiera día después. Nos amamos e hicimos el amor como si fuera la última vez.

Creímos realmente que sería posible, hasta que de pronto la historia se partió en dos frente a nosotros. Un abismo de cientos de kilómetros se abrió entre los dos. No supimos si los puentes eran insuficientes o éramos nosotros los que nunca los quisimos cruzar.

Y después de darnos tanto, sólo nos quedaron cientos de palabras amontonadas en la punta de la lengua, las marcas de las uñas enterradas en la espalda, las fotos extraviadas de un viaje que ya no sé si existió...

domingo, marzo 22, 2009

Y yo que me visto de blanco para que tú juegues a los dardos conmigo.

viernes, marzo 20, 2009

música de violín



Yo con cara de susuto en la presentación de "La Hermana Falsa" de David Miklos en el Vito. Les dejo un fragmentito de lo que escribí para la ocasión:

I. Música de violín

“Nunca se está lo bastante lejos para encontrarse”
Alessandro Baricco

Los primeros acordes de un violín empiezan a sonar. La música se extiende por las páginas de un libro, y aun más allá, de una historia. La música que empezaron a tocar Nicolás Shul-Dunaluft (la cuerda más grave del violín) y Lena Shul en una terminal de autobuses en la que no se encontraron.
El libro: “La Hermana Falsa” de David Miklos.
Las piezas: cada uno de los capítulos nueve capítulos que lo componen.
La historia: un rompecabezas musical que construye la vida de una mujer, violinista, Lena Shul-Dunaluft.
La música: una vuelta al pasado, volver a los orígenes para descubrir la esencia.
Las notas: los lugares y las personas.
Los protagonistas: las cuerdas del violín, las que hicieron posible que ella, Lena Shul-Dulauft, existiera en ese lugar y en ese tiempo. Las que la llevaron luego de varias vueltas de la vida a reunir, de una vez y para siempre, todas las piezas de su historia.

domingo, marzo 01, 2009

Y al final de la función el mago hizo el truco de su vida:
desapareció para siempre

martes, febrero 24, 2009

Al final siempre eres tú. Tú rostro detrás de mi hombro en el espejo. Tus palabras que no quiero escuchar. Tú cruzando -no sé cómo- todas las vidas para llegar otra vez hasta mí. Al final eres tú siempre. Tu sangre corriendo a todo galope, contagiándome, desgarrándome. Siempre tú entre-debajo-detrás de mis palabras. Tú y esa lluvia de gemidos. Tú y mis uñas que se entierran en tu espalda, siguiendo los caminos que marcaron desde siempre, al principio de cualquier historia. Tú y el deseo. Tú llevándome por ese túnel sin salida. Tú y el hueco en tu boca. Tú y esas palabras prohíbas que susurras en mi oído. Tú con todos tus secretos.
Al final eres tú llevándome por todos los caminos del deseo, reventándome las venas, ahogándome en todos los mares. Tú rompiendo los hilos que me atan al mundo. Tú aniquilando la cordura. Tú volviéndome ceniza. Siempre tú detrás de todo. Tú en todos los rincones de todas las ciudades, en los nombres de todas las cosas. Siempre eres tú -ausente, silencioso- el final de todas mis historias.



domingo, febrero 22, 2009

'nunca jamás quiere decir tal vez'

Platicando con mi amiga N recordé esta canción de Sabina y Calamaro. Hablábamos de esas personas peligrosas a las que es mejor tener lejos, a las que no buscamos porque 'corremos el riesgo de encontrarlas', por esa costumbre extraña de 'aferrarnos a lo perdido'.

Aquí va, con dedicatoria especial...



Todavía una canción de amor

No te fíes si te juro que es imposible
no dudes de mi duda y mi quizás
el amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar
La luna toma el sol de madrugada
nunca jamás quiere decir tal vez
la muerte es un amante despechada
que juega sucio y no sabe perder
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.
No corras si te llamo de repente
no te vayas si te grito piérdete
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
Se aferra el corazón a lo perdido
los ojos que no ven miran mejor
cantar es disparar contra el olvido
vivir sin ti es dormir en la estación.

viernes, febrero 20, 2009

El mar del desierto



Una ola de tierra rojiza es elevada por el viento, choca con los árboles. Un mar de polvo rojo cuyas olas van y vienen. El mar escarlata inunda la vieja estación de ferrocarril, baña las máquinas abandonadas, inservibles, moja los recuerdos de tiempos mejores, se va detrás de un niño que trepa un caballo a todo galope. Un huracán de polvo rojo invade las miradas de los viejos, los únicos que se resisten a dejar el pueblo, los que lo salvan de convertirse en pueblo fantasma, los que evitan que el mar del desierto lo ahogue para siempre.
Paredón, Coahuila
Texto publicado en 'Plaza Ludens' en enero de 2009.

La foto es de Gerardo Ávila.

martes, febrero 10, 2009

'tanto imposible amor inexpresable'

Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses;
Que se pierda
Tanto increíble amor.
Que nada quede, amigos,
De esos mares de amor,
De estas verduras pobres de las eras
Que las vacas devoran
Lamiendo el otro lado del césped,
Lanzando a nuestros pastos
Las manadas de hidras y langostas
En sus lenguas calientes.
Como si el verde pasto celestial,
El mismo océano, salado como arenque,
Hirvieran.
Que tanto y tanto amor
Y tanto vuelo entre unos cuerpos
Al abordaje apenas de su lecho, se desplome.
Que una sola munición de estaño luminoso,
Una bala pequeña,
Un perdigón inocuo para un pato,
Derrumbe al mismo tiempo todas las bandadas
Y desgrarre el cielo con sus plumas.
Que el oro mismo estalle sin motivo.
Que un amor capaz de convertir al sapo en rosa
Se destroce.
Que tanto y tanto, una vez más, y tanto,
Tanto imposible amor inexpresable,
Nos vuelva tontos, monos sin sentido.
Que tanto amor queme sus naves
Antes de llegar a tierra.
Es esto, dioses, poderosos amigos, perros,
Niños, animales domésticos, señores,
Lo que duele.
Amor
Aman los puercos.
No puede haber más excelente prueba
De que el amor
No es cosa tan extraordinaria.
Monelle
También la pobre puta sueña.
La más infame y sucia
Y rota y necia y torpe,
Hinchada, renga y sorda puta,
Sueña.
Pero escuchen esto,
Autores,
Bardos suicidas
Del diecinueve atroz,
Del veinte y de sus asesinos:
Sólo sabe soñar
Al tiempo mismo
De corromperse.
Ésa es la clave.
Ésa es la lección.
He ahí el camino para todos:
Soñar y corromperse a una.
No sirve de otro modo
No importa que sea falso:
Cuando tú quieras verme unos minutos
Vive conmigo para siempre.
Cuando simplemente quieras
Hacer bien el amor
Entrégate a mi cuerpo
Como si fuera el tuyo
Desde el principio.
De otro modo, no sirve:
Sería como prostituirse
El uno con el otro;
Haríamos de todo esto
Un gratuito burdel de dos personas.

Eduardo Lizalde

martes, febrero 03, 2009

Cuarto de siglo

Cumplí 25 años en medio de un huracán, una vorágine de dos días: Intensos, eufóricos, vivos, felices, de gritos y abrazos, aire puro, desierto y ruido de trenes en las venas.

Después la calma, despertar al día siguiente y encontrarme a la gente que quiero (en un mensaje o con su presencia), de recordar (sin demasiada tristeza) a los que ya no hablaron; de sentirme feliz y completa con los que se quedaron.

Y luego unas ganas inmensas de silencio y de calma. Apagar la música, guardar los tragos y que la gente se vaya de casa.

En eso estoy...

Me quedo con esta frase que leí hace mucho en un libro de Kundera:


“La belleza para poder ser apreciada necesita de una cierta proporción mínima de silencio”

viernes, enero 23, 2009

Nuevo miembro de la familia




El jueves pasado presentamos con éxito “Plaza Ludens” en el rincón favorito: el Cerdo.

Gracias a los que pudieron acompañarme. No sabía lo importante que era hasta que los vi ahí.
Gracias por los buenos deseos y por los abrazos...

Ahí está pues "Plaza Ludens" saben todos que son bienvenidos.
(en la foto: Ray, yo, Fany, Mayo y Jesé minutos antes de la presentación)

sábado, enero 10, 2009

Confesiones cotidianas

7:30 Despierto todavía con el estremecimiento de la noticia de ayer. No me quiero levantar, me quedo un rato más en cama y dormito.

8:00 Es tarde. Tengo un desayuno de trabajo. Lo olvidé. Un baño rápido y subo al carro casi corriendo.

8:40 Aprovecho el semáforo para maquillarme un poco (mi papá odia que haga eso). Avanzo sin pensar. No pongo música, dejo las noticias pero no escucho nada.

9:00 Desayuno. Platicas aquí y allá, algunas risas. El jefe habla y no recuerdo lo que dijo.

10:30 Hay que ir a la imprenta a dejar la nueva revista. Camino con mi amigo, el guitarrista, hablamos y hablamos. En la imprenta: volver más tarde.

11:00 Es temprano, puedo aprovechar para ir rápido al super. También hay que comer.

11:40 Llego al periódico. Los saludos de rutina. Abro las páginas de siempre. Mi correo, aunque nunca hay novedades. Pongo música. Qué lento está el Internet. Paso la vista por la página... veo su nombre, después de tanto. Su nombre. Dudo un poco, abro el correo, mis ojos se deslizan por las letras. Me quedo pasmada. Me quito los lentes. Me froto los ojos. Saco un cigarro y tiemblo. Salgo apresurada de ahí. Era la carta "donde el olvido me nombra su heredera", la carta que esperar sin hacerlo, que dice nada, unas cuantas palabras para calmar la culpa. Habla de recuerdos que no se van a borrar, de disculpas. De amor nada, esa palabra se esfumó hace meses.

12:00 Hablo con Jesé y me calmo un poco. Trato de no pensar, leo y releo el correo, es todo y nada. El día transcurre rápido y yo me hundo en el trabajo como siempre.

5:00 Salgo por fin. Llego a casa de mis padres, lo busco en la computadora sin querer.

5:30 Salimos rápido de casa. Mi hermano maneja. Se descompone el coche y yo trato de mantener la calma. Regreso a casa en taxi y el chofer me habla de esperanza, de ponerle la mejor cara a la vida y yo no digo nada aunque me siento un poco iluminada. Esas cosas suelen pasarme a mi.

7:00 Llego a casa. No hay nadie, es normal. Pongo música, prendo un cigarro y me recuesto en la cama. Mis pensamientos saltan de un lado a otro. La noticia de ayer. El correo de hoy. Luego llega su imagen, más clara que nunca (porque hace días que no lo sueño). Lo veo y me veo a mí. Veo como me abraza por la espalada y me besa. Mi piel se estremece. Por más que intento no pienso en otra cosa. Me abraza en todos los lugares, en la cascada, en su habitación, en la calle, en ciudades desconocidas. Me abraza en todos los tiempos. Vuelvo a sentir aquel bienestar ("la esperanza que me dio tu amor", escucho).

8:00 Llega mi roomie. Le cuento. "No sé que decirte", ni yo sé qué decirme. No logro entender las cosas y pienso que algo bueno sigue, que son formas de cerrar mis círculos (yo y mi filosofía barata). Abro una botella de tinto y me sirvo una copa.

8:30 Ordeno un poco mi recámara. No quiero pensar. Ahora escribo y sigo sin entender. Cierro los ojos. Fumo. Quiero que el tiempo transcurra rápido y decir -como siempre- "Fue bueno que pasara porque eso me enseñó que..." Pero hoy no puedo. No lo entiendo y me duele.

9:30 Me preparo para dormir. Tengo la certeza de que mañana se irá rápido y los días que le siguen. Haré cosas. Presentaré la revista. Me iré de viaje en mi cumpleaños y tal vez siga sin entender, hasta que un día alguien llegue de súbito y traiga de vuelta la esperanza. El pasado ya no va importar y yo podré decir "Que bueno que pasó aquello porque todos esos caminos me trajeron hasta ti".

5 de enero