martes, noviembre 06, 2007

Escrito un día del 2007 (ii)


El que se va se lleva su memoria,
su modo de ser río, de ser aire,
de ser adiós y nunca.
Rosario Castellanos


Los lugares se quedan con los recuerdos, no las personas ni los papeles ni las promesas.

Los lugares se quedan con los recuerdos, los guardan como ecos y al pasar a su lado susurran aquello que, tal vez sin querer, habíamos olvidado.

Las bancas se impregnan de aromas, las calles atrapan la respiración. Los rincones de la habitación están repletos de gemidos y en las sombras del pavimento se van formando las miradas.

Las canciones repiten los nombre, las horas, cada una de las palabras, marcando una y otra vez el curso de la herida.

Somos nosotros --no los lugares ni las cosas-- los que olvidamos, y al mirar por casualidad una banca y recorrer sin querer una calle, una humareda de recuerdos se cuela por los sentidos.
Es entonces cuando entendemos que no hemos olvidado, que la piel se eriza todavía al recordar ese cuerpo desnudo, el olor de cierta mañana, el frío de las calles, el calor de una cama.

Los lugares guardan incluso las cosas no dichas, los podría, los quizá, los todavía.

Somos nosotros los que olvidamos, porque ya es primavera y el sol quema la piel, porque el invierno acabó aquella fría mañana.

3 Comments:

Anónimo said...

Por què no tienes ningùn comentario, ya no eres popular? =P... pozi, està lindo el texto, y es cierto, los olvidadizos y olvidables somos nosotros... saludos :).

Anónimo said...

Qe se callen las calles, por favor que no susurren..., que se extinga la humareda de recuerdos, que no se nos meta en los sentidos...

Será que de verdad olvidamos o nos engañamos a nosotros mismos?, tal vez así duela menos, tal vez así sea más fácil; Por que si cierro los ojos y evoco (sin querer) su cuerpo desnudo, sus manos, su olor es como una bofetada de sentimientos encontrados, entre amor y dolor, y las MARIPOSAS en el estómago se nos vuelven murciélagos y duelen..., horriblemente...
Que bueno que seamos nosotros los que olvidamos, ojalá fuera cierto...

Un abrazo inmenso.

Ivonne

Anónimo said...

Imagínate cuántos recuerdos tendrán los hospitales, las centrales de camiones, los postes de luz en las calles...

Jetsé