sábado, febrero 17, 2007

Palabras de la griega

No me guardes en tu imaginación.
No me pienses.
Tus ojos están llenos de espléndida ponzoña.
No me mires.
Que mi saliva te inunde la garganta.
No me asfixies.
Deja de agusanar mi mente confundida.
No me pudras.
Guarda mis incisivos en una caja de plata
pero no te arrodilles ante sus resplandores.
No me reces.
Que mis ropajes no sirvan de velamen
a los navíos sin patria.
No me rasgues.
Que mis coágulos no vivan en tus uñas
ni en los nudillos que derriban templos.
No me maldigas.
En la herida la sal halle su suerte.

Francisco Hernández

5 Comments:

isaac said...

que malviaje...

Anónimo said...

Supongo que es importante aprender a amar en su justa medida, pues los excesos nos hacen perder el rumbo y nos convierten en simples esclavos de nuestros deseos.

Saludos mariposa

P.D. Espero tu mail ;)

Diego Sánchez Aguilar said...

Algo circular, me agrada el ritmo, pero se irrumpe a veces (puede ser cosa mía) en especial en la última línea. So, es interesante que sea un monólogo ¿o es el truco del texto?. Un abrazo.

Anónimo said...

q onda cyn donde andas???? espero verte sale? abrazoss

Anónimo said...

Me gustó eso de "tus ojos están llenos de espléndida ponzoña"

traumado por examen, me voy, mandándote saludos

cr.