jueves, febrero 21, 2008

Otro de esos textos



Me gustan los días como ayer en que puedo caminar por las calles del centro pese al frío. Me encantan las noches de neblina con pocos transeúntes en las banquetas. Me gusta sentir esa liberad de tomar cualquier rumbo, de decidir, las repuestas a las preguntas que en el pasado no quise hacer, la luz de los coches y el sonido de las llantas en el asfalto. Me gusta no apurarme y, aún así, no perder el autobús, planear viajes, realizarlos.
Me gusta enterarme de cosas que, aparentemente podrían tumbarme, pero que al final me liberan y me hacen más fuerte, los adioses definitivos, el punto final de las historias. Me gusta empezar un nuevo libro y no tener la más mínima idea de lo que ocurriría en el segundo párrafo.
Me gusta la incertidumbre, la disfruto, mi trabajo que me da la oportunidad de hacer muchas cosas, que mi grupo de amigos sea reducido. Me gusta pasar las tardes en un café o las noches recorriendo la ciudad, visitar viejos lugares con viejas personas. Me gusta vestirme de rojo y pintarme muchas veces el cabello, la libertad, el aire en la cara. Me gusta mi vida y sus posibilidades, los aprendizajes diarios, lo que tuvo que pasar para llegar a esto...


Foto: Manuel Álvarez Bravo, La buena fama durmiendo

4 Comments:

Ivy Miranda said...

Así es; desde los días bellos hasta los malos momentos le ponen a la vida 'la sal y la pimienta'; el 'chiste' es aprender de cada cosa y no dejar que nada nos perturbe, no crees?

Un abrazo enorme.

N. said...

Qué gusto que te guste pintarte el cabello muchas veces, la próxima vez habría que intentar un tono morado, azul o rojo (juar juar)
Es lo padre de las cosas, que finalmente pasan y que uno puede reinventar su vida tantas veces como sea necesario. Cito al ya muy citado Sabines:
"Vida maravillosa que vivimos,
que nos vive, que nos envuelve
en la colcha de la muerte.
Salimos, como del baño, del dolor
y entramos a las cosas limpiamente.
Dulce cansancio del reposo,
el sol vuelve a salir y el hombre sale
a que lo empuje el viento"

Un abrazo.

El umbral del desierto said...

La incertidumbre muestra después, en su arrullo matutino, la certeza más transparente, de que estamos vivos, y el penúltimo momento de la existencia, por lo demás, el último momento, el que no hemos descubierto, es el más oscuro. (No sé donde lo leí).

Emilia Eloisa said...

Qué gusto saber un poquito más de lo que te gusta... los siguientes aretes que te obsequie serán rojos, para que vayan con tu gustosa ropa roja ;).

Abrazo.

Eloísa.