lunes, octubre 23, 2006

En los brazos de mi abuela

"El mar es tan hondo y aprendiste a flotar”
Jaime Ades

Si hay un lugar donde puedo acurrucarme y perder el temor al mundo, es en los brazos de mi abuela, esa vieja menudita ha soportado todo: más de diez partos, una infinidad de tormentas -naturales y humanas-, todas las carencias y todos los dolores.

Su paso es lento pero nunca inseguro, porque a sus más de setenta años ha andado todos los caminos y conoce a la perfección todos los atajos…

Me abraza con todos sus triunfos, con su infinidad de fracasos, con sus brazos llenos de desierto, de noche y medio día.

En sus manos, entre las líneas y las arrugas, están ocultos todos sus años, los rostros de todos los niños que alguna vez se abrazaron a sus faldas, los que, como yo, se ocultaron en su abrazo…

Con su inextinguible olor a campo recorre -lento- las calles, desesperada porque sus piernas ya no andan igual y a veces tiene que detenerse a descansar o agarraste de un muro, de una pared, de un brazo…

Mi abuela es una de esas grandes madres, como la tierra. Tiene esa extraña combinación de una antigua diosa azteca en la que se reúnen todos los dones: la fecundidad, el amor y la guerra.

Cuando parece que detrás de sus ojos ya no pasan los recuerdos, siempre surgen de improviso sus historias, sus modos de comprender el mundo, las formas que heredó de su madre, aquella mujer de carácter inquebrantable.

Mi abuela no le teme a la muerte, si no se muere, dice, es para no hacernos sufrir.

Se indigna por las cosas incomprensibles que pasan en el mundo, lanza una plegaria en silencio, mientras los ojos se le llenan de tristeza.

Sonríe siempre al verme, me abraza y sabe cuántas lágrimas he llorado, cuántas sonrisas he perdido y con toda su paciencia me ayuda a encontrarlas.

Los brazos de mi abuela son mi sitio favorito, mi volver a las raíces, mi amor por los recuerdos, mi encuentro con el pasado, mi pasión por la historia, mi cariño por el campo, mi fe en la paz, mi confianza en la vida…

4 Comments:

Anónimo said...

Fecundidad, Amor, Guerra; sabiduría de lo que acontece en el mundo –comprensión que no todos alcanzan. Una abuela digna para enseñar a los jóvenes como echar raíces, y no temer a la muerte; No temer a la vida.

Catrina said...

En una abuela siempre encontraremos un consejo y un refugio.
Hay un texto que habías escrito anteriormente sobre tu abuela, no?
Bueno, es que los abuelos nos dan mucho material para escribir, con sus historias, con sus vidas...
A mi también me gustó mucho el texto =)

*)mël(*

Anónimo said...

Eliseo:

oye, mi Cin, que le hubieras preguntado a Don Sergio?, lo hubieras alagado o le hubieras invitado un cafe?, te lo pregunto porque a mi la presencia de estos Maestros me permiten aveces apoderarme de el silencio.

Espero no vivas frustradita ha!1 y que bonitas palabritas las tuyas para tu Grand mother, la neta te escuchastes very sweet, deveras que fue bonito y siento que ese texto va a tener unas 2 o 3 o mas partes para que te salgan gotitas de la felicidad, como a las botellitas de un buen vino.

viva el bon-bon mas abrazable de coahui-jalapa

isaac said...

madres! como te encanta dejarme sin palabras!!!