miércoles, marzo 19, 2008

Del baúl de los recuerdos

Este texto lo escribí por octubre del año pasado, lo tenía en un blog secreto que utilizaba para exorcizar mis demonios, hoy lo encontré y me gustó como para sacarlo del olvido y ponerlo aquí con algunas modificaciones:

¿Alguien recuerda dónde empezó todo?

Empezó quizá en el encuentro en la infoteca con un chico delgado y de pelo chino, que se tuvo que ir corriendo porque tenía examen, o antes, cuando un amigo suyo nos presentó, o después cuando el pay de limón y la canción ("corazón, corazón en fuga") sonando toda la noche...


O tal vez cuando, recién llegué a Saltillo y me metía toda la tarde en la biblioteca de la Alameda, leía la revista de la Universidad de México, luego regresaba a casa sola, caminando y me encerraba en mi cuarto para tratar de entender aquel mundo se me iba mostrando lentamente.


Quizá cuando veía en el librero de mi papá un libro que me aterraba, llamado "Metamorfosis".


Tal vez cuando me encerraba en mi cuarto leyendo historias de niños gringos que venían en los Libros Selectos (de Selecciones) de mi papá.


O inició cuando las cronopias y yo leímos "Demian" y teníamos discusiones al respecto, sobre el mundo que se rompía, sobre el que empezábamos a construir.


Quizá fue en esa calle del centro, la mirada de un chico cruzando varias veces con la mía. Tal vez fue esa noche en el parque, mientras él me cantaba esa canción --"mariposas, mariposas, que emergieron de lo oscuro"--, cuando poco a poco la fui desmenuzando hasta hacerla tan mía, que ahora llevo dos mariposas en la espalda.


Tal vez fue cuando, asomada por la ventana de un segundo piso, veía a una mariposa volar sobre la basura y sentirme así, igualito...


No, quizá fue antes. Tal vez fue mientras miraba en el desierto el primer amanecer.

5 Comments:

Ti. said...

Todo comienza en algún lugar, como las dos alas quellev pegadas el la espalada. mientras me repito todos los días "este Ícaro no se va caer". Pero sigo como la intecion de volar como Oliverio en Rayuela.

Anónimo said...

¿Y si en realidad nunca empezó? ¿Y si todo eso ya lo traías desde una vida pasada, desde un alma pasada, y solamente se fue transmitiendo el conocimiento? ¿Y si los designios de Dios son inexpugnables?

J.

Ivy Miranda said...

El asunto ahora no es 'cómo ni cuándo'; si no que empezó y sigue ahí, como las mariposas en tu espalda.

Un abrazo enooorme Nena, cuida tus alas.

Huesos Secos said...

Pido una nueva entrada, aunque no ha pasado mucho tiempo, pero ya la exijo... además ésta es repetida =P

Creo que sí es importante saber dónde empezó todo, si es que queremos jugar a los detectives o al plomero fantástico: la persona desaparecida o la fuga deben tener un punto de origen. Además que los traumas y ya no me digas más, un psicólogo y todas las preguntas dirigidas a ¿y cuándo fue la primera vez, recuerda, que se le ocurrió, por desgracia, acercarse a ese librero gigante y tomar, oh Dios, un libro?

RomáN said...

¡Quién lo sabe! (¿Comenzamos en un "Big Bang" o en un paraíso con Adanes y Evas?) ¿Cuándo comenzamos a ser nosotros? ¿En qué momento se tatuó -como dos mariposas- nuestra esencia más íntima y cierta?

Quizá siempre sucedió antes. Pero de igual forma pudo haber sido después...

Por lo menos, aunque no pude ayudarte a responder la pregunta, si logré conocer más de una entrañable amiga que habita en el desierto!

Siento que tu post encierra muchas claves de ti y es como una declaración de tus orígenes!!!

Un abraxo con alegría jarocha!!!!